DESPUÉS DE LA IMAGEN / DEPOIS DA IMAGEM
September 21st - October 30th 2023

At Pamela Weissenberg
Pabellón Labor AGO | Labor AGO Pavilion
Ciudad de México | Mexico City

 

Pamela Weissenberg presents the first solo exhibition of the Portuguese artist Carolina Pimenta (Porto, 1988) in Mexico, who, after living in New York for 5 years, currently lives and works between Mexico City and Lisbon.

This exhibition acts as a dialogue between her most recent photographic series “After the Image (Depois da Imagem)”, conceived from a study of colour and light theory through experimentation and error and two large photographs that evoke atmospheric landscapes. The latter series entitled “En Plein Air” (2022) is a nod to the French Impressionist movement and grew out of research that extends from the field of body/ culture to her early photographs centred on nature/culture. This series of bucolic scenes is also a result of affections stemming from Pimenta’s immediate reality since the pandemic’s irremediable impact on our psyche, routines and worldviews.

Paul Klee wrote, “Color is the place where our brain and the universe meet.” And before him, Goethe maintained that “colours are light’s suffering and joy.” The German writer, who connected nature, science and poetry, demonstrated in 1810 that colour arises through the interaction between light and darkness by mistakenly opening a roll of film in a room not suitable for development. The captured images faded and then disappeared, becoming solely colour.

Unlike Turner, Monet, Kandinsky or even the American colour field painter Helen Frankenthaler, whose work was unjustly eclipsed by her marriage to Robert Motherwell, Carolina Pimenta’s works are not emotional landscapes or subjective visions of an external reality. Her darkroom experiments achieve the alchemy of transfiguring images photographed, capturing the essence of matter and the poetics of human technique. The shades and gradations of yellow, orange, red, pink or violet printed on the texture of the paper evoke different emotions in the viewers, affecting them physically, mentally, and spiritually.

Revealing while concealing, rising from darkness to light, permitting failures and chance; to integrate error into the work is at the very origin of photography when Daguerre, using a silver spoon on a metal plate treated with iodine, beheld the image clearly printed on the iodized surface. Artists like Moholy-Nagy, Man Ray, and all those who seek to discover new artistic territories have followed. Similarly, Carolina Pimenta seeks to approach the materiality of painting through her photography, exploring and experimenting with new techniques and methods.

 

Pamela Weissenberg presenta la primera exposición individual en México de la artista portuguesa Carolina Pimenta (Porto, 1988), que después de residir en Nueva York 5 años, vive y trabaja entre la Ciudad de México y Lisboa.

La muestra propone un diálogo entre su más reciente serie de fotografías “Después de la imagen (Depois da Imagem)”, ideada tras un profundo estudio de la teoría del color y la luz, buscando la intervención del error, con dos grandes fotografías que evocan paisajes atmosféricos: la serie “En Plein Air” (2022) -un guiño al movimiento impre- sionista francés-, y cuya investigación se extiende desde el ámbito del cuerpo/cultura -de sus primeras fotografías- hacia el de la naturaleza/cultura. Esta serie de escenas bucólicas es también el resultado de afectos suscitados por la realidad inmediata de Pimenta, es decir, la pandemia y su impacto irremediable en nuestra psiquis, nuestras rutinas y cosmovisiones.

«El color es el lugar donde nuestro cerebro y el universo se encuentran», escribió Paul Klee. Y, antes que él, Goethe sostuvo que «los colores son el sufrimiento y la alegría de la luz». El autor romántico alemán, que vinculó naturaleza, ciencia y poesía, demostró en 1810 que el color surge a través de la interacción entre la luz y la oscuridad, lo que puede, de hecho, ser fácilmente demostrado, por ejemplo, abriendo por error un carrete de fotos en un cuarto no apropiado para el revelado. El resultado es que la imagen captada por la máquina fotográfica desaparece, nada puede ser visto, la imagen se transforma. Solo permanece el color.

A diferencia de Turner, Monet, Kandinsky o de Helen Frankenthaler -la pintora nor- teamericana del Colour Field, injustamente eclipsada por su matrimonio con Robert Motherwell-, las obras de Carolina Pimenta no son paisajes emocionales ni visiones subjetivas de una realidad exterior. Sus experimentos consiguen la alquimia de trans- figurar en su laboratorio oscuro las imágenes fotografiadas, capturando el espíritu de la materia y poetizando el uso humanista de la técnica. Las tonalidades y gradaciones del amarillo, naranja, rojo, rosa o violetas impresas en la textura del papel generan en el espectador diferentes emociones, que le afectan de manera física, mental y espiritual.

Revelar velando, elevarse de la oscuridad a la luz, ayudada por el accidente y el azar. Integrar en la obra el error, algo que está en el propio origen de la fotografía cuando Daguerre, al utilizar una cuchara de plata sobre una placa metálica tratada con yodo, vio la imagen nítidamente impresa en la superficie yodurada. Han seguido artistas como Moholy-Nagy, Man Ray y todos aquellos que quieren descubrir nuevos territorios artísticos. Del mismo modo, Carolina Pimenta busca acercarse a las materialidades de la pintura a través de su fotografía, explorando y experimentado con nuevas técnicas y soportes.

 

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